Conmemoración 40 años en Memorial Paine

¡Por la Verdad, la Justicia, la Memoria y los Derechos Humanos!

Paine, 27 de octubre de 2013

Buenas tardes

Para nosotras es muy emocionante estar aquí hoy y por eso queremos agradecer la invitación que nos hicieron, a través de Juan Leonardo Maureira y de Clemencia Chávez, a compartir este momento con ustedes.

Conocimos a la Agrupación al año 2011 y desde entonces hemos estado conectadas con ella de distintas maneras, pero la principal conexión es la profunda admiración que sentimos por las personas que la conforman, principalmente las mujeres, madres, esposas, hijas y hermanas de los hombres que fueron ejecutados o hechos desaparecer a partir de septiembre del año 1973 en Paine.

La primera vez que asistimos a una reunión nos sorprendió el concentrado y silencioso orden en que las personas se encontraban esperando que dicha reunión comenzara. En su mayoría eran mujeres y en su mayoría mujeres que habían pasado ya los 60 años. Vimos en ellas cansancio y tristeza, pero también vimos entereza, determinación y mucha perseverancia. Sentimos que en ese grupo de personas, que en ese espacio compartido por años había una experiencia que conocer y dar a conocer. Y que lo ocurrido a los 70 hombres detenidos desaparecidos y ejecutados trascendía de manera profunda a cada una de las mujeres, a su familia y a la comunidad y las acompañaba permanentemente.

De esta forma, las mujeres de la Agrupación se transformaron para nosotras en protagonistas, protagonistas de una historia que debía ser conocida. Veíamos que el desafío que habían enfrentado con la desaparición o muerte de SU hombre, había significado tener que asumir nuevos roles, tener que salir del ámbito doméstico donde habitualmente se desempeñaban y enfrentar un mundo desconocido, tener que día tras día recibir negativas, pasar largas horas sin comer, caminar hasta el cansancio buscando al hijo, padre, hermano o esposo, sin tener una respuesta que diera noticia de ellos. Significó asumir nuevos roles y asegurar la sobrevivencia económica y afectiva de la familia. Significó reconstruir cada día la imagen del que no estaba.

Las mujeres de la Agrupación son personas que han sido capaces de enfrentar un inmenso desafío y que han luchado insistentemente por la verdad y la justicia, pero también, por la sobrevivencia de su familia, por esa familia que se vio fuertemente amenazada porque uno de sus miembros creía en la posibilidad de mejorar las condiciones de vida de los campesinos, porque pensaba en la posibilidad de vivir en una sociedad más justa.

Para nosotras las mujeres de la Agrupación son luchadoras, que se han visto golpeadas, que se han sentido cansadas y también frustradas porque, en un primer momento su realidad fue negada; porque después, debieron enfrentar un entorno adverso y sacar adelante a sus familias a pesar de ello; y porque aún no han recibido la justicia esperada. Son luchadoras porque han logrado mantener una de las Agrupaciones más activa en materia de derechos humanos y llevar adelante acciones que permiten mantener viva la experiencia de transformación social de la que fueron protagonistas SUS hombres.

A 40 años del golpe militar y de la desaparición y ejecución de 70 hombres de Paine, personas que querían transformar la sociedad injusta en que se encontraban, queremos destacar la lucha permanente de SUS mujeres, las que han mantenido una búsqueda incansable, las que han logrado la sobrevivencia de la familia, las que mantienen viva la historia que aquí ocurrió, nuestra historia, la del pueblo.

Gracias

Gloria Ochoa Sotomayor

Directora Germina, conocimiento para la acción