Al momento de ingresar a la institución, la vicepresidenta de la JUNJI, Estela Ortíz, detectó que uno de los temas pendientes estaba vinculado con el maltrato, para lo cual se creó la Unidad de Protección y Buen Trato, dirigida a detectar factores de riesgo en niñas y niñas. No obstante, la idea era promover e instalar una discusión respecto al buen trato. Para ello, se pensó en establecer una Política de Buen Trato, de manera que el tema quedara establecido institucionalmente y generar en la institución una discusión respecto a cómo se estaban relacionando con niños y niñas a los que se les prestaba servicio.

A partir de eso, GERMINA trabajó con el equipo de la Unidad de Protección y Buen Trato en la elaboración de la Política de Buen trato para Niños y Niñas, para lo cual se estableció una metodología participativa de trabajo para la elaboración de la política.

Primero realizamos un diagnóstico, donde se identificó la situación que vivía la JUNJI, qué se había hecho al respecto y también investigamos experiencias internacionales vinculadas al tema.

Se realizaron entrevistas en Santiago y regiones para entrevistar a todos los actores: técnicos, educadoras, personal paradocente, direcciones regionales y profesionales de nivel central.

El resultado de este trabajo se concretó en la elaboración de la Política de Buen Trato, que está actualmente vigente